Venta de la Bandera
El año de 1894 marcó un nuevo repunte político para las fuerzas insurgentes del liberalismo, gracias al estallido del escándalo de "La venta de la bandera", turbio episodio internacional protagonizado por el gobierno de Luis Cordero y particularmente por su gobernador en la provincia del Guayas, el ex presidente Caamaño.
La opinión pública ecuatoriana se inflamó
de coraje por lo que consideraba una humillación al honor nacional, que
venía a sumarse a los múltiples negociados anteriores del gobierno de
"La Argolla". Fue así que, bajo la convocatoria liberal, gentes de las
más diversas tendencias empezaron a formar asambleas y juntas cívicas en
varias ciudades del país, para juzgar la conducta oficial y condenar al
gobierno. En la Provincia de Los Ríos
surgieron nuevamente las montoneras liberales, por lo que el ejecutivo
declaró al ejército en "estado de campaña" y otorgó facultades
extraordinarias al gobernador de esa provincia. Para 1895,
la protesta popular se volvió irrefrenable. Caamaño fue obligado a
renunciar a su cargo de gobernador del Guayas, no sin que antes la
policía disparará contra los manifestantes.
Luego en 1931 aparecería el comunismo. Ambas tendencias influenciaron mucho el posterior desarrollo de las ideas políticas nacionales.
Poco después, Quito vivió nuevamente horas de dolor y angustia. En 1932 estalló la Guerra de los Cuatro Días una guerra civil que tuvo como principal escenario las calles de la ciudad.Todo sucedió cuando Neptalí Bonifaz salió electo presidente pero enseguida fue cuestionado por su pasaporte peruano.Dos años más tarde, en 1934, en la fábrica textil La Internacional los obreros se declararon en huelga.
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